"...Su piel era blanca como la porcelana y perfectamente clara, su rostro exhibía una expresión de reposo beatífico. Lo único que le faltaba era un halo alrededor de la cabeza. La muerte apenas más que una molestia, un mero dolor momentáneo, algo desagradable e incómodo, en el camino inevitable, delicioso y glorioso hacia el cielo..." John Katzenbach
Para mí, claro está, no fue nada de eso...
Mi cerebro acelerado, repetía recuerdos, proyectaba imágenes y revivía ocasiones a una velocidad infinita. Cada imagen se plasmaba en una lágrima cayendo. El tiempo fluía, por desgracia, demasiado lento. Cada segundo dolía y hacía recordar tantos y tantos días.
Demasiados recuerdos juntos, demasiadas lágrimas y abrazos compartidos hacen de esa coraza aparentemente invulnerable que uno cree llevar puesta, un mero papel de fumar que se resquebraja a cada minuto..
Cada sentimiento emerge con una extraordinaria rápidez. La cabeza, cerebro y corazón, desbocados, funcionan al límite de su capacidad consumiendote en el desconsuelo cuando sientes tanto quebranto a tu alrededor...pero por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes...
Cerrar los ojos e intentar volver a vivir esos recuerdos de los que hablo es lo único que ayuda a recomponerse de nuevo. Creedme, momentos donde vuelves a a ver a esa persona, feliz, riendo, disfrutando, sintiendo el calor, el frío, el amor, los sabores, los olores... Y lo mejor es que en muchos, tienes la gran suerte de aparecer con los que te rodean, participando, habiendo compartido un sinfín de instantes donde siempre se le vió sonreir...
Es ahí cuando te das cuenta de que lo mejor que se puede hacer en estos no menos dolorosos momentos, es quedarse con todas esas instantáneas, abrazar todo lo bueno pasado y ser conscientes de que en mayor o menor grado hemos estado ahí...
"Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable
grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan,
celebrar la vida y el sueño de vivir, ése es su arte"
Allí donde estés, lo mejor para tí, siempre...
MARCOS.
